El miedo / la risa

Hoy me despedí, te besé en la boca y salí feliz del tren.
Un par de pasos bastaban, vi una figura rojiza que atravesó el andén y corrió hacia el vagón. Sé que me vio, por un segundo. Lo vi y el corazón se me agitó. No sé si de rabia, tristeza, pero claramente no fue de alegría. 

Pensé "no lo esperabas". Menos yo.
Pero fui valiente y entonces aproveché que el tren aun no cerraba sus puertas, ni sonaba la alarma del cierre. 

"Hola" le dije. Miró asustado y respondió con un inconsciente "Hola". Bajó su mirada rápidamente a su celular y siguió masticando chicle ruidosa y descuidadamente. Seguí caminando en línea recta, y no pude evitar sentir una pequeña llama de orgullo dentro. 

"Al menos no lo arrojé a las líneas del tren, tampoco entré para empujarlo contra la gente, ni lloré, ni grité". 

Tras el viaje en el micro, me senté a solas un momento sobre el antiguo puente de cemento.

Escribí en la última página de mi libreta: "Piensa que con el avance, siempre se está más grande :)
Sé que ahora suena tonto y que probablemente mi redacción ha empeorado con el tiempo, pero lo importante de todo (supongo), es reconocer a diario el éxito en estas pequeñas batallas con uno mismo y sus demonios. 

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