Vendrá Alain Bergala a Chile, y tendré la oportunidad de verlo, escucharlo.
Es un hombre muy importante, y sin saberlo en verdad, creo que puede darle un giro a mi vida, aunque suene exagerado (de todos modos, cuando no lo he sido).
La pedagogía con el cine, para el cine, poder cambiar la visión que hay sobre éste y sus capacidades artísticas, la construcción de un refugio, de un espacio, de una relación con las obras y nosotros mismos, es algo que me ha motivado año tras año en este camino de tierra que comencé a transitar hace ya 7 años, y que sin dudas me encantaría pavimentar, mejorarlo, ser un aporte en mi país, y quizás aun más reducido, en mi familia, con mis amigos. Con quien me conozca.
Mi ansiedad desde que supe esta noticia, ha mejorado incluso algo mi humor, a ratos me deja de importar esta dolencia, que poco a poco se está retirando.
No puedo explicar el amor que siento cada vez que una película me cautiva, ni la incomodidad que recorre mi espina cuando alguna me disgusta, cuando me vuelca hacia dentro, me revuelve las entrañas o me rompe en llanto. No puedo explicar la felicidad que me produce formar parte de esta idea loca de educar con el séptimo arte.
Ya quiero que llegue Octubre, Septiembre sólo será de paso.
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