
Esos cinco minutos que figuran en mi cabeza, no son mas de quince minutos del mundo digital. Quite con dolor las sabanas que me mantenian tibia y corri para comenzar el dia.
Que fastidio es salir de los ambientes tibios que adormecen hacia frios pero reales espacios de vida.
Alli en el camino, los dientes de leon parecian multitud que me observaba, y es imposible no detenerse a pensar; ¿por que el viento no viene justo ahora y los hace volar? Al menos para dar una sonrisa a este rostro transnochado.