Ayer un grupo de individuos no encontró nada más estimulante que entrar a la casa de una mujer sola y robarle la camioneta. Oí a lo lejos sus gritos, pero era bastante cerca, unas casas más allá (el pasaje que sigue a éste.) Pensé lo peor, imaginé que era un robo, me enteré luego de los detalles.
Comenzaba la lluvia, despacio pero ensuciaba lo suficiente el ambiente como para distinguir alguna cosa segura. Estoy en cama hace dos días y a penas pude sentarme sobre la cama para tratar de escuchar lo que sucedía. Oía pasos, gente corriendo, más gritos. Los vecinos salieron a auxiliar a esta mujer sola, lograron atrapar a uno de los polizones, al más joven. Lo retuvieron en el piso, lo golpearon, él exigía piedad, que no lo siguieran torturando. Con el botín en el suelo, los vecinos llamaron a la policía, pero antes de oír siquiera las sirenas, escuché un golpe contra una reja, como si se estuviese zarandeando (asumí que estaban escalando la reja de alguna casa.) Los que alcanzaron a huir, ataron una cadena en la reja del pasaje, y con la ayuda de un automóvil tiraron abajo la división entre la villa y la calle principal. Escuchamos los disparos, fueron 4. Dos de ellos impactaron en dos vecinos, uno de ellos el de la casa siguiente a ésta. Supe que fue llevado a la posta, una herida de bala en la pierna (por suerte, dijimos nosotros.)
Se llevaron al joven, huyeron con la camioneta.
A los minutos escuchamos las sirenas de carabineros, pero ya era demasiado tarde.
¿Lo era? Yo me preguntaba con el miedo y el sabor amargo de la inseguridad:
¿Y si los hubiesen dejado huir? ¿Pegarle a un menor para recibir de vuelta un par de balazos?
¿Por qué en una villa como ésta, de clase media, de gente esforzada, trabajadores independientes, profesores, jubilados, estudiantes... a quién puta quieren cagarse? ¿A los que pagan impuestos para que otros se sigan enriqueciendo y para que las cárceles se llenen día a día? ¿Hasta cuándo?
Y no, no estoy mirando en menos a los que tienen que robar para pagar su vida, es el maldito sistema falto de equilibrio, es el capitalismo de mierda que basa su sistema en una vida desigual, en el consumo, en el obtener a toda costa, lo que te enseñan desde pequeño a codiciar.
Dos días antes de todo esto, pasó frente a nuestros ojos un automóvil rojo (más bien un tipo "jeep") a más de 100 km/hr. Dobló fuerte la esquina y sus tripulantes bajaron corriendo. Una joven madre con su pequeño de la mano nos advirtió "vienen arrancando". Luego de ver eso, una camioneta de la policía pasó corriendo tras el auto (asumimos robado). Llevábamos unas bolsas de verdura en las manos, caminamos rápidamente en silencio por la Jaime Eyzaguirre para cruzar a la villa otra vez.
"En estas situaciones, nunca hay que estar de parte de los pacos", me dijo.
Suspiré angustiada. Debimos tomarlo como una señal.
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