Fin



En algún momento volveré con ánimos de escribir.

Dejaré el otro poema de mi tío Víctor.

Si no nos leemos, felices fiestas y un mejor año 2010.

Yo me desaparezco.



HÉROES

Pasan raudas las hojas
Del calendario
Caen unos, esperan otros.
Van sucediendo los rostros
Que apuran el paso del tiempo,
Que convierten los segundos
En años,
Que desean sin esperanzas,
Que lloran con los párpados secos,
Que se liberan encadenados,
Que temen sonriendo,
Que se desmayan dolientes
Y de pronto ya no son…
Compañero que exististe
En el infinito te perdiste
Por siempre, para siempre.
Hoy tus restos
Descansan en la fosa común,
Tal vez con un N.N.
¿Los nombres?... No importa.
¿Qué validez puede tener Juan,
Luis, María o Soledad?
Total sus nombres son los mismos
De otros que piensan (… …)
Y que no olvidará,
A estos héroes
De nuestra pretérita libertad.




Para que nunca más




Navego en Tierra Solo...

Aquí en tierra
Navego.
Empuño los remos
de la soledad
Vadeo la rivera
muerta.
Busco la mano
solidaria
Soplo las velas
de la tristeza
Y no avanzo.
Los riscos de la
desesperanza
Obstruyen el paso  
de mi barca
Sin velamen
Sin timón
Sin remos
Sin brújula
Sin avance
Grito en la
noche eterna
Llamando a los
que se han ido
Esperando a los
que no vuelven
Y solo responde
El gemido doliente.
El vacío infinito.
La soledad eterna.
Por eso,
Navego en tierra,
Solo.

Víctor Ibáñez Ayala, Valparaíso, 14 de Agosto de 1975.


Fuiste un hombre de pocas palabras... pero no lo podía creer así.
Tu hija encontró escritos, algo decía el destino al respecto: profesor, corregías libros a poetas, participabas en la lucha y en la utopía. Y por sobretodo, y sin tener insignia de una iglesia, hiciste el sacrificio más grande que alguien pudiese hacer nunca... diste la vida por tu mujer... y sobreviviste.
No tiene sentido cuando me ofusco, cuando me irrito, cuando me molesto si me preguntan... pero eres el peso de la historia, eres la yaga de esta nación, guardaste silencio, viviste tus años con la suerte de volver a casa... cómo no sentirme impotente tras tu lucha y la de muchos como tu.

Sé que ahora estás con mi tía, sé que ahora encontrarás a tus compañeros...
Gracias Papá, gracias Tía Marta por este hermoso regalo.

Fondo de Mar



Llévame a la inmensidad
A la oscuridad de sus ojos,
Al silencio de los recuerdos,
a la luz de cristal.
Al calor escondido entre tus algas,
a la mentira y la humedad,
entre la vida que escapa y la soledad verde mar.

Llévame junto a corales y sal,
donde nace la espuma,
donde el poeta naufragó sus pesares,
entre podridas tablas y cascarones,
prometo no asustarme
prometo descansar esta vez.


Over there





- I want to come back
- Why?
- I don't know why but... I feel like me there
- What are you talking about? Who are you right now?
- I'm not sure... the only thing I know is...in this moment... I'm not myself
- I feel you 
- I know... It's hard to believe
- What should I do?
- I don't know... the worst part is that... I don't care

No tienes permiso para morir



No puedo negar que estoy temblando con descaro, y que aunque todo debería fortalecerme, estoy pero cagada de miedo.

Esa vez que hablábamos de la muerte, cuando pensé que ya la vivías con lento pesar. Aun tengo esperanzas, sé que no es demasiado tarde. Al menos quiero alcanzar a decir que te quiero, antes que puedas olvidarlo todo.

No tenía palabras... entonces las re-inventé




- Era como esa historia ¿No?
- La del árbol que cae en medio del bosque sin nadie cerca
- Si no se escucha caer ¿Cae realmente?

La única verdad, la única cosa de la que puedo estar segura, es el dilema con la realidad, y todos los malditos libros, todos los maestros, todo, el todo y la nada, todo... todo reafirma lo mismo. La paranoia por tratar de dejar en claro, lo que a nuestro corazón es evidente.
- Como esa tarde en la estación cuando abandoné una parte de mí...
- Cuando alcanzaste un pedazo de dolor
- Cuando pensé en Dios
- Cuando a la mierda me estaba lanzando

Y entonces me valía nada la verdad, en ese momento era la rabia
- Y la pena
- Y la risa
- Y las dudas
- Y las manos
- Los brazos
- El pecho
- Y en él...

No era una habitación entonces





Recuerdo recuerdo... Recuerdo que esta habitación solía ser de piedra, recuerdo como las arañas colgaban sobre mi cabeza, que mis dedos sangraban, que no se trataba de insectos.

Recuerdo que me resguardaba sobre el polvo, que no quería volver a la cama, que me asechaba el paisaje de mi ventana, que no quería volver sobre las plumas a llorar sin control.

Me pienso aquella tarde, aquella noche, y esa mañana esas veces eternas que creí imposibles, las veces en que el sol con sus caricias me llamaba, los rezos medio dormida, cuando nadie estaba presente cuando no había Rey, ni Van Gogh, ni poesía.

Y todo aquello que olvidé porque así lo quise, hoy ya no puedo volver. Recuerdo todo nuevo, sin la virtud del llanto.




¿Qué está sucediendo allá arriba? Caen despacio, pero con bullicio, caen los cuerpos de los poetas, caen los músicos, caen estrellas, caen y no paran.
Qué, de qué, por qué

Muchos muertos San Pedro... Y aun no llegamos a Agosto.




Pierdo el sentido en ocasiones, incluso del nombre mismo de este
blog.
Pero a la cruda verdad a veces tiento, y me burlo pensando que solo soy una pesimista.
Sin embargo, el encantamiento no es para siempre, es necesario pensarlo bien y tragarse la ironia por un rato.
Estoy vagando entre calles y ciudades que desconozco, y aun asi las hago propias para no perder la sintonia de mi corazon.
Y sin remordimientos, ni lagrimas, ni desgarros, tan solo logre escribir sobre su frente
"Y ojala, bien lo siento, ojala nunca me extrañes"
Cada vez es mas dificil recordar, que incluso a Ulises lo desconocieron en Itaca, siendo que el era su rey y heroe.
Yo ni uno ni lo otro, pero recordar que alguna vez respire del mismo aire, corri los mismos pasillos, sangre las mismas heridas... creo que es mucho pedir.

Jajaja, no es tragedia, basta con el egodrama
Es hora de recolectar historias y dejar cerrada de una vez esta puerta.



Cuando el problema se torna más que evidente, la estupidez te golpea de frente; Sí, sientes la necesidad estúpida de ayudar. Y tratas, y sientes nervios, y a veces no sabes cómo vas a reaccionar, pero lo intentas, porque claro, en intentarlo va todo, la buena intención, tus justificaciones, y un bien común.
Pero a cambio recibes desaprobación, malos gestos, fuertes palabras, disgustos y fracasos personales. Tu pequeño ego se reduce a su ínfima expresión, y la frustración te llena de pensamientos y la boca de mierda que quisieras escupir. Pero la contienes, te la llevas para llorar en silencio, para darte cuenta que hay otros que están conscientes de tu malestar, pero en su conciencia llevan una falsa satisfacción de rectitud y de decir, pensar y hacer lo "correcto", o en su absurdo intento por llevar una "moral" decir "sí, soy un pobre ser humano que se equivoca, pero sí, las cosas ya están hechas, no hay nada que se pueda hacer" Pues yo le digo ¡Sí! Sí hay algo que pueda hacer, verá; hay un pequeño mecanismo que en cosa de minutos de sólo reflexionar y urgarse las entrañas puede desencadenar una arritmia, una sudoración extraña, e incluso en casos, suspiros y movimientos continuos de cráneo desde un lado hacia otro: se llama "Disculpa", el pequeño mecanismo que regresa un instante al tiempo, y le permite reconocer que un hecho pasado, no fue válido o bien pensado... o bien sentido. Por desgracia, muy pocas personas conocen su existencia. Mientras allí permanece una cura de años y años de tortura, otros siguen por la vida, apagándose, muriendo.


Ttítulo: El cómo me volví Vecina de Ningún Lugar.

Colgaban inertes las manos sobre la alfombra, sudando cogía la cabeza mi almohada. Suspirando mantenía el corazón los recuerdos entre sueños, el sol rascaba mi ventana. El aroma de la cocina, las voces y el llanto del bebé de la vecina, mi perro ya viejo ladrando hacia las sombras me anunciaba mi falsa mañana.
Eran las 2, y sin vergüenza recogía mis miembros en el espasmo del sueño. De pie frente al espejo, esa maraña que llamo cabello, y esas castañas razones que dicen se llaman ojos, me reciben sin un gesto de alegría. Aun el sueño colgaba de mis tobillos, hasta el lavabo y la ducha me seguía.
Entre la comida y las miradas, los sí, no, quizás, tal vez, los escapes rápidos, las salidas triunfales, los silencios molestos, vasos van, otros que no vuelven. Y ahí, precisamente allí... me detengo. Estrepitosos cubiertos dejan mis manos y comienza la carcajada.



Me decidí a viajar.

El corazón en casa



Dejaría mi corazón atornillado tras la puerta
que me dejase partir, para evitar cobardemente que interfiera contra las neuronas trabajólicas que me controlan.
Para dejar así astutamente que sólo me hiciera llorar cuando fuese necesario, y me perdonara todas las angustias en las que no le permití participar.
Y que en su ausencia la fría carne le solloce un tormento pero que muda entonces logre ignorar todo nuevamente.

Allá el sol no me ilumina, y tampoco me quema.
Me mantiene a ojos cerrados deambulando contra las masas, me absorbe su ausencia y me compone el carácter, me determina como útil y de fría cabeza.
Sí me entristece la noche, y pone dudas bajo mi almohada, me roba sueños la luna, me mantiene frías las entrañas, porque el carbón que ilumina mi alma, he decidido dejarlo en casa.
Pero no en vano ni por diversión ni capricho, he salvado entonces de los disturbios y de la gris ciudad, a mi rincón de arcoiris. No todo es tan maligno, ni tampoco un Edén para ser feliz, el sol se ha oculto para nosotros, nos han puesto una vil estrella calcinante.
Pero no me corrompe ni me quebranta, y sobre las hileras de cemento me mantiene a raya. Como todos, como a todos, sin desmerecer ninguno, nos mantiene con la mirada baja.
Valparaíso, febrero 2009

Benjamín


Adiós Tatita
Allá en el cielo con mi Yayita, espero conversen largo y tendido,
después de todo, fueron años de ausencia uno del otro.
Así como nietecita suya siempre chiquita, llegué a pensar que serías para siempre,
Y me cuesta ahora darme cuenta, que tus manitas y caricias ya serán parte de mis recuerdos.
Tatita... tatita mio... espero me sigas amando
aunque no pude despedirme
aunque no pude decirte cuánto te amaba...
y sin embargo pienso que lo sabías
en cada abrazo
en cada manito tomada
en cada apretón
en mi impaciente costumbre de respirar tu perfume ajerezado por el tabaco
que dejaste de fumar hace años
pero que en mi memoria seguia siendo tu presencia,
el hombre gruñón, el patriarca
mi tatita risueño y querido
el único que recordaba cada santo, cumpleaños, cada hijo, sobrino
nieto y bisnieto...
Te Amo tatita... te amo mucho.

Contra la Ventana de Seguridad



" El mundo no tiene la culpa de tenerte así, encerrado en un cubículo de paredes difusas. Sí, tu ves así, para mi es tan simple como acercarme y sentir con mis yemas lo que para ti es impalpable. Mírate, con los ojos cerrados como un pobre ciego, haciendo esfuerzos para lograr encontrar la luz que te molesta desde lo alto. Con los puños cerrados, moviéndote como si algo molestara tu columna, ejercitando a patadas tus piernas, llorando a veces para llenar tus pulmones de energía, para sentir que el eco te responde, y que no eres el único allí encerrado.
En la muñeca llevas puesto un brazalete, para reconocerte entre los miles iguales a ti, reducidos al olor de hospital y limpieza.
Pues bien... Bienvenido a la realidad"
A un bebé recién nacido.