Desatino

Si vas a pretender que no existo, al menos hazlo cuando yo no pase a tu lado.
Es triste ver que aunque quiero convencerme que no vale la pena, me dolió tu desatino.

Pero aun peor, dolió el mío al pensar que aun en alguna medida te importaba.

Es probable que más te importe lo que pase contigo y esas vainas.
Y me da impotencia pensarme y recordar que sin razones ni excusas me interesé en estar contigo sólo porque parecías agradable.

Tu indiferencia me sabe a mierda, y es dolorosa la infección que llevo en la sangre cada vez que bombea mi cabeza o mi pecho, cuando en mi mirada se cruza tu figura y en mis oídos escucho el estruendo de tu risa o tus murmullos. 

"Qué paja" diría brevemente para variar. 
Pero "más paja" me da hoy darme cuenta que aun me duele tus idas con verdades, y huidas con temor a cercanía. 

Debí ser nadie y volverme al gris que me mantenía antes de conocerte (aunque no sé si esa es la palabra, probablemente nada de esto sucedería si te conociera.)

La estupidez una vez más, cómo me envenena sola. 

Sueños con China

Con soñar, no hay nada extraño, salvo el contenido (onírico por cierto) de dicho fenómeno. Desperté entre medio de esas 12 o 13 horas de viaje, perturbada debo admitir. Mi compañera de asiento me miró y sin que me dijera nada, murmuré "tuve un sueño muy extraño". Sorprendida a su vez, ella me responde: "jamás he soñado en un bus. Bueno, dicen que siempre se sueña, pero no recuerdo nada cuando viajo en verdad". Me atacó esa inquietud y permanecí alerta mientras me cuestionaba "¿he soñado antes al dormirme en un viaje? ¿hace cuánto que no viajaba sobre 3 horas? ¿por qué le dije que había soñado en todo caso?" Distraída, ella me observaba a ratos, esperando que le relatara el sueño.

"Ah sí, eso. Bueno, soñé que estaba en China. Pero no conozco para nada el país, salvo en fotografías"
"¿China?" 
"Sí, pero no era sólo eso. Estaba consciente que viajaba con mi familia, pero ellos no estaban al llegar. Me quedaba en una habitación pequeña, gris, con muchas camas en el suelo. Había gente conocida, gente que no me agradaba, personas que son relativamente nuevas en mi vida, y ..."
"¿Y?" continuó ella.
"Y bueno, él. Pero él me ignoraba, andaba en otra, con su familia"
"Puede ser que se te vino todo eso en el sueño por lo de anoche, ¿recuerdas lo que hablábamos antes de dormir?"
Dije que sí. Pero no estaba segura del todo. "Era como si él no tuviese interés en mí, se iba a nadar con sus familiares y yo quedaba allí, impávida, ni molesta ni nada. Más bien sola"
"¿Y qué sucedió? ¿Despertaste?"
"No, lo más raro es que me encontré con un amigo, y me acompañó. Hablamos toda la tarde, pero no puedo recordar quién era... luego desperté"

No pude decirle quién era. Tampoco era un amigo. 
Era un joven que poco y nada sé de él, ni él de mí. 
Fue extraño en verdad, porque no esperaba encontrármelo allí, ni menos pensar en todo lo que recuerdo fue el sueño. No podía decirle en verdad, porque para variar, se podía malinterpretar. Y aun se puede, pero fue de todos modos, la sensación más espeluznante que he tenido en años. Soñaba con una China que desconozco, personas que con suerte sé sus nombres y rostros... con sentimientos que nunca había esperado.