Primavera ingrata

Llega esa estación, que en mi corta existencia ha causado estragos físicos y como es de esperarse, emocionales en mi cuerpo.

Consciente de eso, pero a la vez intentando omitirlos, me pregunto con frenesí y angustia:

¿Por qué estás haciendo esto nuevamente contigo? ¿Es necesario en verdad?

Nadando en otra dirección

No sé por dónde comenzar.
Lo haré breve, para ver si así me ordeno.

El punto es que me siento aparte. Para sentirme así, debería existir algo allá.
Allá ¿dónde? ¿cómo? Siempre he sido de ningún lugar.

A veces esa afirmación sirve para tranquilizarme y pensar que la incertidumbre de no pertenecer claramente a ningún espacio ni entorno ni personas, se vuelva más bien una especia de certeza y deja de revolotearme la cabeza con pesares y malos ratos.

Lugares... espacios. Personas.
Sí, me siento apartada de las personas que quiero/quise. 
Las cosas como son, a diario es posible sobrevivir sin gente, ignorando la necesidad a veces de tener contacto "humano" con otros, escuchar una voz, sentir esa voz en el espacio, sentir la vibración de esa voz contra el cuerpo, el de uno propio, aquí. Y sentir aromas, y sentir otras cosas que se dan con la presencia de otro cuerpo en ese espacio.

Espacio... lugar. En el orden que sea. 

Para qué irse con rodeos, dediqué un par de años de mi vida en hacer mis deberes como siempre lo hice en el colegio, sin entender que ahora estaba en la Universidad. El tiempo no corrió en vano. Soy terriblemente feliz cuando logro resolver inquietudes y desarrollar trabajos. Herencia de mis padres. 

Bueno y en eso, me hice toda una apariencia de seriedad y poco divertida que me trajo hasta aquí. 
Me hice amiga de personas muy parecidas a mí. Trabajólicas. Enamoradizas. Independientes. 
Gente que buscamos a otros diferentes para sentirnos bien. Gente que necesite de orientación, de un abrazo, de una sonrisa y de pasarla bien. Porque de vez en cuando tenemos amigos.

Bueno, en eso me gana la frialdad, nuevamente. No soy de muchos gestos de amor. No soy de dar las gracias ni pedir perdón. No al menos con palabras. 
Y por sobretodo, soy de observar a todos y tratar de entender, a mí modo. 

A veces simplemente hay gente que necesita le sigas la corriente. 
En este lugar, en estos espacios... pues no, si es necesario ir en contra nadando, torpemente por cierto, lo haré. 

Bueno así es como se comienza a estar aparte.