Los defectos

Él ama hasta las arrugas de mi nariz al reír,
el ama las pecas discretas de mis mejillas, de mis manos.
Los pliegues de mi panza, las marcas en mis piernas, los lunares que suman más de ochenta ya...

No le importa si mi talla es 42, o si mis zapatos son 38 y otras veces 39.
No le importa si mi cabello va creciendo mucho o lo recorte (pero sí prefiere mil veces que lo lleve suelto)

Él antes que todo, supo amar lo que yo no pude en 24 años.